A veces nos ponemos a pensar en todas las cosas que podrían haber sucedido, y ahí, es cuando empezamos a cuestionar las decisiones que tomamos. ¿Estuvo bien? O ¿A caso, estuvo mal? O a veces simplemente nos ponemos a pensar en que hubiera sucedido y yo no hubiera tomando la decisión que tome, ¿Me explico? También pensamos en situaciones que tienen lugar en el futuro, y ahí es cuando en algunos casos, se crea la ilusión. Creo que una de las peores cosas que nos pueden pasar es ilusionarnos. Por ejemplo, pensamos que él va a volver, cuando no es así. Pensamos que esta vez va a ser diferente, decimos “Wow, ahora sí es enserio, me quiere” Pero en ese momento nos damos cuenta que no va a pasar eso. No va a volver, no va a cambiar, no va a ser diferente, y no me quiere. Y cuando pasas por estás cosas, que la verdad, son un dolor de ovarios, terminas escribiendo esto a las 5:00 de la mañana.
¿Aprendí? No creo, nunca aprendemos. Somos consientes de que algo nos hace mal (Supongo que es la cabeza) pero también por algún motivo, creemos que es lo mejor del mundo. Que esa persona es la más maravillosa, aprendemos a convivir con esos defectos, a apreciarlos, a darnos cuenta que es tan genial estar con esa persona (Y ahí señores, es obra, nada más ni nada menos pero el corazón) No somos idiotas, y tal vez, por más que lo ocultemos o no, sabemos cómo es el final.
Entonces… ¿Por qué nos enganchamos con una persona? ¿Por qué entramos otra vez en la época de la pelotudes? ¿Por qué sentir cosas? ¿Por qué dedicarle tiempo, entradas, estados, frases, lágrimas? ¿Por qué arriesgarnos a perder muchas cosas? Aún así, sabiendo todo esto, damos píe a que ocurra, aún así, sabiendo cuál es el final. Tantas veces supe que no iba a funcionar (Y no me equivoque por cierto) igualmente me la jugué. ¿Por qué? Sinceramente, la única respuesta que se me ocurre es POR AMOR.
No sé, a ésta altura del partido no sé nada. Pero sé, que por más que tenga, 15, 20, 30, 40, 50, 60 ó 70 voy a seguir siendo la misma pelotuda. La misma pelotuda que le va a seguir dando oportunidad a lo que siempre va a hacerle mal. La verdad, tengo problemas de adolescente, y me cuesta afrontarlo a veces. Y paso de decir todo esto, a estar con mis amigas hablando de chicos, de boludeces, a pasarle por enfrente, a decir “MIRA QUIÉN ESTÁ ¡! ME MUERO, QUÉ LINDO QUE SOS” Y después no animarme a hablar. Sé que suena tonto, pero aún así, no sé, me emociona en algún aspecto.
En mi vida todo es tan raro, siento todo tan ajeno y a la vez tan mío. No lo sé, pero debe ser la época de mi vida, en la que todo se pone en cuestión. Es entendible, estamos en ese momento de transición en nuestras vidas, donde queremos descubrir QUIENES somos y QUE queremos, entre otras cosas. Y así, cada día nos planteamos más interrogantes. Quizás cada día enfrontamos problemas nuevos, situaciones extrañas, a nuestro punto de vista adolescente. Cuando vamos pasando estás cosas, vamos conformando nuestra personalidad, y así, nos vamos descubriendo. Hay momentos que son horribles de pasar, pero creo, que hay que pasarlos en algún momento de la vida, para tomarlo como enseñanza, como los errores. Hay que poder entender que siempre, pero siempre, nos vamos a equivocar. Ahora, somos “pequeñas langostas” y es todo nuevo, y por ahí nos equivoquemos más, o no, pero ¿Qué tiene de malo? Sí al fin y al cabo, equivocarse es algo humano (Pero amarte es un pecado) Por estos errores, y por esos motivos, son los que nos hacen darnos cuenta, de que a lo largo de nuestra vida, siempre vamos a convivir con ellos. Al hablar del “resto de nuestra vida” suena como un periodo largoooooo de tiempo… y entonces, creo que una frase ideal para la circunstancia sería “Ya va haber tiempo las risas, los abrazos y los besos” Otra cosa, que quería agregar, es que no solo vamos a convivir con errores, personas, y demás cosas a lo largo de nuestra vida, lo más importante, es que hay 1 persona que va a estar hasta el final, INCONDICIONALMENTE, y somos nosotros mismos. Quizás sea por eso, que tengamos que aprender a aceptarnos como somos, valorarnos, y hacernos valer. Y entender, que también es importante hacer lo que es bueno para nosotros, y no tanto para los demás. Suena egoísta, y lo sé, pero es la verdad, hay que estar en equilibrio con uno mismo. Es muy cómico escribir todo esto, porque yo demuestro absolutamente lo contrario, y eso es lo que más me duele. Sé perfectamente como son las cosas, y como tienen que ser, por eso lo escribo acá con tanga actitud, pero a la hora de juzgarme a mí misma, me cuesta muchísimo “El juicio que más importa, es el juicio interior, es el que hay que afrontar, siendo parte de ésta torta” Pero aún así, aún sabiendo absolutamente TODAS éstas cosas, no lo demuestro. Y me desvalorizo a mí misma, siempre dejo desvalorizarme por otras personas, o me tiro abajo con facilidad. Aunque sé a la perfección, que la mano no viene así. Quizás, sí, sea verdad que me use, que no me quiera, que nunca lleguemos a ser absolutamente nada, sé que no es la mejor persona que podría haber. Pero hay algo que me gana y me lastima, que es el hecho de quererlo. Lo quiero, y no me importan todos estos defectos, porque realmente lo son, son defectos. Y no, a mí no me importa todo esto, y lo quiero igual. Y sufro, porque es así, sufro por cada cosa que me dice, veo, o me imagino. Pero sé que esto no importa, porque jamás las cosas van a ser como yo quiero, sé que jamás podría llegar a nada, o quizás sí, yo no sé el futuro, es incierto, aún así, lo que me veo venir, sería salir lastimada. Entonces, señores, es fácil, lo quiero al muchacho, entonces soy capaz de hacer cualquier cosa por él.
¿Se dan cuenta como me estoy contradiciendo? Esto es lo que quería decirles, sé perfectamente como son las cosas, pero me cuesta muchísimo ponerlo en práctica, en mi cabeza, me acomodé las ideas, y entendí algunas cosas, y otras me las hiso entender Trini, que ya pasó por esta situación, y tiene experiencia. Pero yo aún no, todavía no lo voy a poder superar a Nazareno, no puedo. Suena fácil decir “FUE ELIMINALO” Pero no, no lo es, no es tan fácil como suena, no podría jamás eliminarlo, me puede excesivamente. Me molesta ser tan así, pero lo soy. Ahora, el tema es : ¿Soy buena persona, o boluda? Entonces, supongo que estos interrogantes, estas historias, estos problemas, estas cosas que cuento, cada día, conforman las crónicas, de mi existencia.