La vida es un dar y recibir. NOS GUSTE, O NO . A la larga, nos damos cuenta que todo es un ida y vuelta. Pero el problema está en cuando algo de ese equilibrio, desaparece (Sí alguna vez estuvo) . Y ahí es cuando surge la conflictiva. Hay veces que sólo es dar.

Como quien dice, a veces, es bueno escapar de la rutina. Si la seguimos, la vida se vuelve monótona. Quizás como cuando me decido a escribir. Pero sí lo pienso mejor, no estoy rompiendo nada, porque cada vez que decido escribir, escribo cosas diferentes. Escribir es un sin fin, ni límites o patrones. Cada hoja en blanco es un espacio único, y con mil quinientas posibilidades. Cada idea, nace de una hoja, ya sea física, o en nuestra cabeza. Cada día nace un bebé, y cada día nacen ideas y pensamientos, sí lo pensamos no son ideas tan diferentes. Un bebé, tanto como un sueño nacen a partir de una idea, a modo que de a poco y con esfuerzo esa idea o ese bebé van tomando forma. Un bebé se convierte en un nene, y un sueño en una meta hasta que por fin se sienten realizados. Un adulto, y un sueño cumplido.