De alguna manera, llegué a la desvalorización propia total. Últimamente no me puedo borrar de la cabeza la idea de que en realidad la del problema soy yo. Si una relación humana con alguien no funciona, estoy convencida que es por mi culpa. Y no sólo eso, si no que continuamente, para no decir la mayor parte del tiempo, me siento total y absolutamente ignorada. Tengo que reconocer que hasta cierto punto me da vergüenza admitir esto, lo último que quiero es sentirme como alguna mujer histérica que reclama y necesita atención las veinticuatro horas del día. Y no, realmente no creo que sea así. No necesito que me estén prestando atención las veinticuatro horas, y es más, me reconozco como un ser autónomo que puede llegar a valerse de si mismo. Pero ese valer que uno mismo le da a su vida, en esos momentos en que se siente solo, no es el mismo que le pueden dar diversas personas. Sin familia, sin amigos, sin personas cercanas se puede vivir tranquilamente .. Pero en realidad la pregunta sería .. ¿Es vivir? ¿Eso es lo que llamamos vida? No veo necesario empezar a dialogar, o a interrogar sobre lo que es la vida en sí. Pero creo que este fenómeno inexplicable, plagado de un millón quinientos mil significados, se transita mucho mejor en compañía. Trato de pensar una y otra vez cuál es mi problema, o por qué me siento así. Creo que después de la experiencia que tuve, dejó en mi muchísimo para dar. Y quizás, esas ganas incontrolables de dar de mí, de dar por el otro, de simplemente plagar de cosas afectuosas a la persona que tengo de turno a mi lado, es lo que hace que al no encontrarlo me sienta de esta manera. Es extraño lo que quiero, y un poco confuso. Quién diría que existe, y quién diría que no. Llegué al punto de pensar de que realmente los títulos son obsoletos. Y que los compromisos también. Llegué al punto en que comprendí que cada cual es libre y responsable de sus actos, y que los míos no pueden condicionar los tuyos, ni yo misma debería auto condicionarme. Entendí, de alguna manera, y acepté a demás .. que realmente no es una época de amor. Quizás solo aprendí a disfrutar de otras cosas, de la compañía y no de los títulos, de las risas y no de los compromisos, de la libertad. Aprendí, y sigo aprendiendo a vivir libre. Sonará contradictorio con lo anterior, pero enroscarme la cabeza con las cosas dichas anteriormente, me imposibilitan en cierto aspecto poder concretar el 100% de esa libertad. Probablemente yo esté plasmando con palabras más elaboradas lo que sería un "Quiero estar sola, sin compromisos" . Quiero amigos, quiero un millón de amigos. Y quiero que si quiero, poder dar un millón de besos. Quiero disfrutar del charlar con alguien. Quiero disfrutar de sentirme yo, Sofía. Y si me pongo a pensar, no creo estar en la búsqueda de esa amistad que tanto deseo, si no, al contrario, yo estoy posicionada en el mismo lugar, de brazos abiertos a todas los eventos que puedan modificar (más o menos) mi manera de vivir. Supongo que es cuestión de pensar que no hay necesidad de ciertas cosas. No hay necesidad de estar continuamente hablando con alguien. A veces está bien tener un tiempo para vos mismo, para descansar de las demás personas. Me da miedo, sí. En cierto aspecto tengo un poco de pánico por las demás personas que vengan. Únicamente se puede ver como un par de problemas de baja auto estima que no vienen al caso.
Dudo de que esto que sienta sea soledad. Por ahí, después de casi 2 años de eterna compañía, esto que sienta ahora sea lo que se siente cotidianamente. Ni más, ni menos. Quizás esto sea simplemente el vivir la vida por vos mismo, sin nadie más que te brinde la compañía que una pareja te da. Es cuestión de tiempo, de poder acostumbrarme. Tengo muy clara una cosa, solo quiero vivir. Solo quiero ser libre y no atarme a ningún tipo de limitación. Tengo un factor que me puede jugar probablemente ..
Mi cabeza .
Gracias por el espacio. Ampliaremos.
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Cariño : To .