[ Dejar todo fluir.  ]

Había hecho una entrada muy larga. Pero la borré.

Por un momento creí, que hubiera estado bien escribir mis sentimientos, para tener, por lo menos, un patrón por el cual poder empezar.

Pero me di cuenta que iba a ser inútil, por dos razones. La primera, porque no me lo iba a acordar para mañana. Y la segunda, porque iba a ser mucho mejor sí dejaba fluir lo que sentía.

¿Para qué nos sirve escribir nuestros sentimientos?

¿Para qué nos sirve plantearnos en la cabeza lo que vamos a decir? “Ay, hoy lo/a veo. ¿Qué le voy a decir?” Y entonces, en nuestra cabeza empezamos a procesar muchas situaciones imaginarias, y nuestra potencial reacción. Nos preguntamos qué sería correcto hacer, o decir. Realmente…

¿Qué quiere oír la gente de nosotros? Pensemos en claro, hay dos respuestas posibles. Tenemos la primera opción, que va ser el grupo de gente que va a querer oír sólo la verdad, por más que duela, y esas cosas trilladas. Y después tenemos al otro grupo de gente, que pretende oír, lo que justamente, sus oídos quieren escuchar.

¡Cuántas veces! ¡Cuántas veces que los nervios me comieron el estomago! ¡Cuántas veces habré sentido en 

la panza, ese nudo de emoción, náuseas y un montón de cosas que no entendes!

Y sin embargo, por más que me haya planteado un plan perfecto en mi cabeza, 1000 veces, al momento siempre voy a cambiar todo radicalmente.

Pensé seriamente, en que sería un momento de sacar sentimientos afuera. Muchas veces yo misma, me encierro a no hacerlo, y no me presto a querer.

¿Motivos? Miedo, o eso supongo. Pero, miedo a qué. Al rechazo, a la frustración, a sufrir. De alguna manera u otra, todos tuvimos nuestra primera ilusión, tarde o temprano. Y quizás por esos motivos, nos cuesta. Ahora, propongo un brindis por todos esos infelices, que nos quitan la confianza. Y ahora por favor, déjenme citar una frase: Pero a no desesperar desesperados, que sí es el miedo quien nos roba la sonrisa. Como un ave fénix, derrotado, el coraje renace, de las cenizas. Continúo con mi brindis, por esos infelices, como decía que por momentos, nos quitan la confianza, y nos privan de futuras oportunidades de volver a querer. Que nos tienen un montón de tiempo a la deriva, cuando ellos son los que controlan las mareas. Nos ilusionan, van y vienen. Esos infelices, que no se pueden decidir. Y vos te preguntas, cómo siendo semejante pedazo de huevones, son tan inestables. Esos infelices de falsas promesas. PERO QUE AL FIN NOS AYUDAN A DARNOS CUENTA QUE SOMOS MUCHÍSIMO MÁS VALIOSAS DE LOS QUE ELLOS NOS HACÍAN SENTIR. Y QUE NO NECESITAMOS DE ELLOS PARA SENTIRNOS FUERTES. 

A veces, hay que demostrar que somos mujeres poderosas.

Como se habrán dado cuenta, en muchos aspectos soy una mujer feminista. Pero sinceramente, hay muchas veces que no entiendo a las mujeres.

¿Vieron que el otro día, me quejaba de que no daba ningún paso? Bueno, lo dio. *Ahora, el público enloquece y quiere saber todo detalle existente* Bien, les paso a comentar brevemente.

Me dijo lo que sentía, y me le quede mirando.

¿A caso existe una persona más idiota que yo? Tampoco exageremos... Sí a vos vienen y te dicen “Pirul@, me tenes in fire, me gustas” ¿Vos, cómo MIERDA vas a reaccionar?

No estoy insinuando que me dijeron eso, omitir la parte de “In fire” que fue un agregado mío para aumentar el drama.

La cuestión es que ahora estoy muy feliz.

No sé cuánto les puede afectar mi felicidad, pero ya que es mi espacio se los comentario. Y sí no les interesa, no sé por qué están leyendo. Así que dejen de leer y salgan de mi blog.

Total, su visita ya suma al contador y tu tiempo ya lo perdiste en mí.

¡El otro día me tomé un micro 273! Desde City Bell hasta La Plata. Y me sentí muy bien, porque yo no me puedo ubicar en City Bell. Y lo hice sola, yo solita. (Valdría aclarar que fue todo para ir a verlo a él)

Esperen, no me tengo que ir de tema.

Eu sí, debo irme de tema. Justamente, tengo que dejar fluir.

No tienen idea lo en paz que estoy viviendo estos días. Estoy abriendo Facebook con una constancia de 1 semana y moneditas. Entonces, durante la semana me estoy acostando temprano, tengo más tiempo, soy más productiva. Tengo más energía, hago otras cosas. La verdad, es recomendable alejarse un poco de las redes sociales. 

• ·       No vivo pendiente, ni tengo que leer lo que publican los mediocres.
• ·       No me entero cosas que no quiero saber.
• ·       Tengo excusas para no ir a lugares a los que debería haber ido.

Así que , todo bien . A demás, él me da una paz y les juro que me siento bárbara ¡! .

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* Mi voz suena mucho más dulce , ponele -