La lluvia llegó a la costa. Bueno, para ser correctos, llovió 10 minutos, y después paró. Ahora se escucha un goteo que debe ser producto del choque con algún objeto del patio. El ambiente, se siente previo. Cuando digo previo, me refiero a la calma previa a la tormenta. He leído en Facebook los múltiples estados haciéndole píe a los vientos, los truenos, y la lluvia que hubo en La Plata. Estimo que la tormenta se debe estar viniendo para la costa.

Lo único que puedo escuchar en este momento, es el goteo, y el sonido de algún grillo, muy de vez en cuando. Realmente, me pone nerviosa tanta tranquilidad, porque sé que después de esto va a venir alguna tormenta fuerte, como se pronosticó. Ahora se escucharon las voces de unas chicas que pasaron caminando, ignorando lo horrible que está la noche como para estar afuera. Está bastante húmedo, pesado, silencioso, mojado, y demás. Y quejándome de esto y todo… tengo la puerta abierta de la cocina para que entre un poco de aire.

Básicamente, acá estoy. Tiré un colchón en la cocina, me prendí la netbook, y me senté a escribir, sola solita. No me pregunten por qué, pero para mí, el colchón en el piso tiene una esencia rara, quiero decir, hay algo excepcional en el colchón viejo, gastado, finito que tiramos en el piso, “así nomás”. Decidí hacer una breve parada para ir al baño. Fui, hice lo mío, mientras pensaba en lo mugroso que se ve el baño, lleno de arena y demás, creo que debería limpiarlo. Me empecé a lavar los dientes, y pensaba en una canción de Cordera, a su vez veía mi aspecto en el reflejo y me lamentaba al ver lo despeinada que estoy, o algunos granos que me salieron, supongo que es parte de la pubertad. También tuve tiempo para examinar mi panza. A veces pienso que debería hacer algo al respecto, pero después me acuerdo que en menos de 1 mes arranco a entrenar, así que no me hago demasiado problema. En este último año, acepté totalmente mi apariencia, así que no me quejo de lo que tengo. Soy fiel a la promesa trillada del mundo femenino, que todas conocen… sí, hablo de la promesa de “Mañana (O el lunes en su defecto) empiezo la dieta”  Realmente sabemos que no es así, y que no vamos a empezar la dieta.

No podría admitir que estoy del todo feliz. Quizás sería aceptable decir que mi estado de ánimo es neutro. Simplemente acá estoy, quería contarles, y lo hice. Buenas noches.

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